lunes, 2 de octubre de 2017

¿Quién dijo que el hombre no podía volar?


Vuelo en Globo Aerostático... Un encuentro muy cercano con el cielo


 “El viento nos ha dado la bienvenida con suavidad, el sol nos ha acariciado con sus cálidas manos, hemos volado tan bien y tan alto, que Dios se ha unido a nosotros en nuestra alegría y nos regresa con suavidad a los adorables brazos de nuestra madre tierra”


Autor: Ana Paola Camacho
Los hermanos Montgolfier, inventores franceses del globo aerostático, se sentiría dichosos de saber la gran popularidad que esta actividad ha tenido a lo largo de la historia. Quien iba a decir que aquel vuelo en 1783 iba a ser el primero de muchos y que además brindaría a miles de personas momentos inolvidables. Fueron tan sólo 25 minutos de vuelo que llevaron a estos hermanos a convertirse en los ganadores del reconocimiento de la Academia Francesa de las Ciencias.

Autor: Ana Paola Camacho
Hoy en día, este tipo de vuelos se ha convertido en una de las actividades más famosas y concurrentes pues se puede desafiar a la naturaleza del hombre y elevarse a alturas que jamás imaginó alcanzar.

Si volar de esta manera ya es gratificante, hacerlo en uno de los lugares más emblemáticos de México es aún mejor.  Es por eso que Teotihuacán se viste de gala cada año para recibir a miles de turistas, tanto nacionales como extranjeros, e iluminar su cielo de colores brillantes agradando la pupila de sus dioses.

Además de los beneficios económicos que se aportan a las comunidades cercanas, gracias a eventos como el Encuentro Nacional de Globos Aerostáticos o el Festival Nacional del Globo y Música se logra tener un mayor impacto no sólo en el turismo sino también se ayuda a que mexicanos de distintos Estados conozcan las maravillas que nuestro país ofrece.

Autor: Ana Paola Camacho
Con coloridos globos adornando las pirámides del Sol y de la Luna, este maravilloso lugar ha logrado posicionarse como uno de los mejores del país ya que brinda al espectador el momento perfecto para amenizar cualquier tipo de celebración.

Por último, visitar las zonas arqueológicas y museos aledaños resulta ser una gran opción que complementa la visita, para después concluir con una deliciosa cena en alguno de los restaurantes típicos de la zona como el Gran Teocalli o el Mayahuel en donde se puede encontrar un ambiente que transporta a los comensales a las mejores épocas del México prehispánico.


2 comentarios:

  1. En lo personal que buen artículo, me hace querer visitar de nuevo todos esos lugares y conocer los que aún no he visitado. Excelente blog!

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  2. No conocia esta información, gracias!

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