domingo, 5 de noviembre de 2017

Ahora ellos nos rinden tributo

Fuente: sandos.com

"Después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida"
                                                                 - Mario Benedetti


Al ser considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO, la celebración del Día de Muertos se convierte cada año en un emblema nacional ante las ventanas del mundo.

Con bombo y platillo las fiestas tradicionales abrieron su paso como todos los años demostrando la riqueza cultural de nuestro México, pero esta vez fue diferente, esta vez las catrinas se vistieron con las mejores prendas que pudieron encontrar, las flores de cempasúchil despertaron un aroma mucho más peculiar que antes, el pan de muerto, por su parte, multiplicó su sabor y olor con un toque especial, las ofrendas pintaron sus regazos con colores brillantes y qué decir de los muertos, aquellos que vinieron de la vida eterna, regresaron más entusiastas que nunca, bailando y cantando, pero sobre todo aplaudiendo de pie a todos aquellos que se quedaron aquí, en “la vida” levantando de las ruinas a su México lindo y querido…

Este año, se dijo que en las celebraciones se haría homenaje especial a los fallecidos del 19 de septiembre, pero sucedió lo contrario, nuestros muertos despertaron, saliendo de sus adornadas y a penas iluminadas tumbas para agradecer y homenajear de pie a aquellos que viven en este mundo al que mucho osados llaman con ligereza “la vida”. Los difuntos arribaron con alegría para hacer de la fiesta un momento único cargado de un profundo nacionalismo.

El 1 y 2 de noviembre del 2017, se vivieron con un sabor diferente, no sólo en México sino en el mundo entero, diversos países alzaron la voz para dar la bienvenida a estas festividades mientras que en nuestro país, adultos y niños salían a las calles con mayor ilusión para asistir a los diferentes eventos. Desde paseos nocturnos en bicicleta hasta la famosa procesión de catrinas en donde cientos de familias bailaron al compás de las canciones tradicionales, siempre con una sonrisa en el rostro, una sonrisa simplemente diferente.

Fuente:candidman
Además de los ya conocidos eventos, la fusión de las artes no podía quedarse atrás así que la gastronomía se hizo presente en la Feria del Pan de Muerto y del Chocolate en donde participaron 40 panaderos, claro, esta vez alardeando de lo admirable que resultan ser nuestras piezas gastronómicas.

Mientras que miles de personas saboreaban el pan de muerto, en el Museo Dolores Olmedo se exponían aquellos filmes fantásticos que han vivido siempre en el imaginario mexicano, tales como Santo contra las momias de Guanajuato, El vampiro, Macario, etc.  todos éstos acompañados de bellísimos altares temáticos con colores que relucían como nunca.

Durante las noches, en compañía de una catrina a bordo, se recorrían los lugares más emblemáticos de México relatando las leyendas más interesantes y representativas de la CDMX, mismas que dibujaban en las personas gestos de sorpresa y profunda alegría.
Éstos y muchos otros eventos dieron lugar al Día de Muertos, pero como pudieron observar, este año tuvo tintes, colores y sabores diferentes, este año los fieles difuntos nos recordaron lo fugaz de la vida y nosotros les recordamos a ellos la fortaleza que vive en nosotros.


Ahora, pueden irse tranquilos, nosotros estamos aquí.