miércoles, 13 de septiembre de 2017

La calle de Madero. Testigo del Centro Histórico



Miles de personas realizan largas caminatas a diario por la bien conocida calle de Madero, ya sea para recorrer las tiendas y restaurantes o bien, para adentrarse al imponente Zócalo. No es la más antigua pero sin duda se ha convertido en uno de los lugares más representativas del Centro Histórico. A  pesar de ello muy pocos saben los secretos que esta calle ha guardado por años…

Autor: Ana Paola Camacho
Para empezar fue Heriberto Jara quien, con una gran ceremonia,  ideó ponerle “Francisco I. Madero”. A partir de este momento se inició una nueva nomenclatura quitando los nombres de santos y sustituyéndolos por los grandes revolucionarios. Este hecho se le atribuyó a Francisco Villa, por la publicación de una foto en donde se le muestra colocando de  nuevo la placa que los zapatistas habían quitado semanas atrás.

El edificio número 34 albergó a uno de los estudios fotográficos más importantes que ha existido en México, la de los hermanos Valleto que se dieron el lujo de fotografiar a personajes tan importantes como Benito Juárez, Iturbide, entre otros. Lograron tener un acervo de más de noventa mil fotografías además de ser reconocidos en Europa y Estados Unidos.

La calle de Madero ha sido mudo testigo de la presencia de grandes escritores, entre ellos Manuel Gutiérrez Nájera quien acudía cotidianamente al café “La Concordia” acompañado de otras grandes personalidades como  Manuel Payno, Ignacio Ramírez y Manuel Puga. Puede decirse que fue en este lugar donde Gutiérrez Nájera ocupó su tiempo no solamente en su obra poética y narraciones, sino también en el periodismo viéndose reflejado en la revista Moderna.

Hablando de Literatura, Martín Luis Guzmán en La sombra del caudillo menciona esta calle a través de la joyería “La esmeralda” en donde uno de sus personajes se detiene a comprar con dinero robado un diamante para su novia.

Autor: Ana Paola Camacho
En esta avenida  abundaron restaurantes y cafés donde se reunían personajes, algunos intrascendentes pero otros de gran talento para la poesía y las letras en donde cobijados por el ambiente bohemio, el olor de aromáticos cafés y el humo de cigarrillos echaron a volar su imaginación surgiendo así obras  de gran importancia para la literatura mexicana de hoy y siempre.

La calle de Madero es uno de los lugares para visitar más fascinantes del Centro Histórico, no sólo por los lugares que ahí se encuentran sino también por su majestuosa arquitectura  colonial con matices barrocos y churriguerescos, la cual te llevará de la mano a conocer muchos de los momentos que han conformado nuestra riqueza cultural y si eres amante de la fotografía, este lugar fungirá como escenario perfecto para capturar verdaderas obras de arte a través de tu lente.

¿Sabías toda esta información de la famosa calle de Madero en el Centro histórico?...

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